martes, septiembre 15, 2009

Mi mente flota, mi mente divaga, mi mente cuestiona mil historias. Mi mente se pierde, mi mente vaga, buscando respuesta a mil jornadas.
Estancada en el camino, los pies fangosos, las manos mojadas, mi pelo callendo enalquitrado sobre mis mejillas, los ojos a medio abrir entre el humo y su espesura. Los pies cansados, los pies rendidos, los pies arañados, los pies hundidos.
Mi boca repleta de arena amarga, busca probar nuevos sabores, y en ese viaje desesperado, en vez de frutos, hiel a bocados.
Mis manos secas de rascar paredes, a veces sienten sedas vivientes, valles de poros, aguas de sal, montes calientes, pendientes suicidas.

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