sábado, abril 06, 2013

Dionisiacas



Como en las grandes Dionisíacas de siglos atrás, el vino había causado estragos en nuestras cabezas,las palabras desencajadas se atropellaban sin sentido.Me hablaba, y yo a él, me decía falsas verdades; la embriaguez y el aire con olor a flores, le llenaban la cabeza de tristes imágenes de un pasado cercano. Yo lo miraba, y lloraba... lloraba como la gran actriz que soy, por que tenía que hacerlo, por que necesitaba ser mas débil que él.Me reprochó injusticias.Le reproché abandono.Como siempre, y más que siempre, las palabras fueron horas. Como siempre, el temor al fin. Como siempre,nuestro constante egoísmo de no dejarnos ir. Pero ya presentes las estrellas, solo quedaba un incansable dolor de cabeza y rastros burdeos en los labios, el aturdimiento de un bombardeo de acusaciones y el frío en las manos.Caminamos en direcciones opuestas, vivíamos en lados opuestos.