viernes, agosto 31, 2012

Retorno

Cuando el frío, que no es poco, se cuela por los agujeritos de mi jersey,
añoro las noches de verano, con las ventanas abiertas de par en par,
el aire denso y dulce, el humo laberíntico con olor marroquí,
la farola de la calle invadiéndonos con su luz naranja,
y tu, recostado en mi cama, tu silueta de lado,
tan bello..
Y la risa que emana grave, llenando cada rincón,
y tu voz que se cuela serpenteante
por mi cabello ondulado y desmelenado
enredado y extasiado.
La mano que sostiene tu cabeza,
esa mano que hace unos minutos recorría mi piel,
cual huracán desarmando un pueblo entero,
llevándose consigo todo a su paso,
llevándome contigo...
llevándome contigo...
me llevaste contigo...

Devuélveme, devuélveme al punto exacto en que caí presa de tus manos
has que regrese entera al instante en que no te olía,
has que mis melodías no sean un intento de mantenerte,
devuélveme, trae mi ser de regreso,
mi ser que no conocía tu pecho agitado,
mi ser que no conocía tu boca devorándome,
mi ser que no conocía unas manos tan sabias,
mi ser que no conocía líquidos tan dulces como los tuyos.

Devuélveme toda, entera,
que se borre cada huella,
que no viva anhelando el pasado,
que tus ojos no se me presenten fuertes como esta tarde,
que el dibujo de tu boca se borre para siempre,
que tus cuerdas vocales llamándome, dejen de ser cantos de sirena,
que verte a veces, no sea una tortura,
que ya no te ame,
que ya no te quiera,
que ya no te desee,
que ya no te busque,
que ya no te sueñe,
que ya no te espere.